entre telas
Quién maneja los hilos…
…y las máquinas y las telas.
Soy Cristina Sánchez, diseñadora de vocación, interiorista de formación y costurera por tradición familiar.
Como muchos de los que nos dedicamos a esto, me crié entre patrones, hilos y agujas en casa de mis abuelas.
Estudiando diseño aprendí que la calidad, la estética y la funcionalidad son las bases de todo buen diseño.
Fui madre, empecé a crear cosas que necesitaba y no encontraba por ningún lado, compré una máquina de coser, fui puliendo detalles, regalando a mis amigos…
Al unir todas estas piezas surgió este proyecto que tenéis ante vosotros. En él pongo mente, corazón y manos cada día.
Además tengo un equipo maravilloso detrás que da soporte a todo esto, sobre todo que me soporta a mí, que me asesora y me ayuda con mis eternas dudas, son mi familia y amigos, y desde aquí quiero agradecerles: mamá, eterna compañera; papá, “pluriempleado” del año; Sofía, inspiración de mi vida, aliento en cada palabra; Pato, el orden en mi caos y el caos en mi cuadrícula; Elena, Conchi, Diana, Jessica, Miriam… conversaciones con un café en la mano, ánimo, pedidos, ideas.
¡Gracias a todos! De corazón, porque sin vosotros Madrid dulce hogar no sería lo mismo, ni yo sería yo.
cómo pensamos…
…y sentimos y creamos.
En Madrid dulce hogar no creemos en las etiquetas que simplifican tantas cosas hoy en día.
Nada es blanco o negro. Realmente hay una gama infinita de colores, de ideas, de opciones. Por eso no podemos pensar en definirnos, en contar cómo somos con unos cuantos “hastags” que sólo consigan seguidores; pero sí podemos decir cómo no somos: consumistas, superficiales, despreocupados.
Queremos clientes convencidos, no “fidelizados”; que confíen en Madrid dulce hogar, en su cercanía.
Pensamos en el detalle, la calidad y el compromiso.
Esta es nuestra filosofía y por eso nuestros productos están pensados meticulosamente, fabricados de uno en uno, de manera artesanal y cuidando los detalles.

por qué madrid…
…y por qué dulce hogar.
Todo este proyecto surgió en un momento de crisis.
Tras pasar de un trabajo a otro, alguno de ellos precario, sin sacar partido a lo aprendido tras años de estudio, se me planteó, como a tantos, la opción de salir de mi país, dejar atrás mi entorno, mi familia y probar suerte…
En ese momento en que todo estalló germinó la idea de hacer de un hobby mi trabajo,
convertir mi pasión en mi día a día y probar suerte pero sin tener que irme, porque esta ciudad, que me vio nacer, a algunos nos atrapa; porque su personalidad dual, casi esquizofrénica, engancha. Porque esta ciudad inconmensurable y cercana, conservadora y transgresora es mi dulce hogar…